La historia de Radha
Yo soy una de las chicas con quienes Baba tuvo relaciones sexuales en su habitación, sobre aquella infame mesa, en el Áshram Shri Muktananda. Yo tenía 26 años cuando esto sucedió; Baba tenía unos 73. Este año cumplí los 50. He pasado gran parte del año pasado contemplando lo que me sucedió hace tanto tiempo, cuando yo tenía 26 años.
Hay que darse cuenta de que para mí no había opción. Yo le consideraba Dios encarnado, y habría saltado frente a un camión en marcha si él me lo hubiera ordenado entonces.
Durante todos los años transcurridos, me he esforzado por encontrar el significado de mi experiencia: ¿fue acaso una bendición tántrica, o no fue una bendición en absoluto? ¿Por qué estoy tan confundida?
Busqué la respuesta en libros, dejé SY, regresé a SY, volví a irme, una y otra vez. La verdad es que estaba atrapada en aquella habitación, en aquél mi 26º año, tratando de entender el significado de todo aquello, desde entonces.
Este año empecé finalmente a compartir el “gran secreto.” Me habían dicho que no lo contara, y realmente me sentía paralizada por mi situación, sin tener a nadie con quien hablar, siempre culpándome a mí misma por no ser capaz de ver la verdad. Hablé con varias personas que comprenden y tienen un profundo conocimiento y entendimiento del Tantra. Compartí mi experiencia con una terapeuta experta, que había vivido en áshrams budistas, y que comprende el verdadero tantra.
Ella me dijo que las acciones de Baba no eran el verdadero tantra. El verdadero tantra eleva a los participantes a un nuevo nivel de iluminación.
Después de preguntarme todos los detalles acerca de los rituales que Baba utilizaba, esta terapeuta me hizo una última pregunta, que fue inmensamente poderosa para mí: “Sabiendo por lo que has pasado, ¿llevarías ahora a tu hija de 10 años de edad de la mano, y la dejarías pasar a través de aquella puerta, para tener la misma experiencia que tú tuviste?”
Por supuesto que yo dije: “¡No!” — Mi terapeuta dijo sin dudar, “Aquello fue un abuso.”
Ella fue ingeniosa al hacer esa pregunta. Yo rompí en llanto. Me sentía muy aliviada, finalmente, de “saber” la verdad. Esto fue hace apenas un mes así que, como pueden imaginar, me ha llevado algún tiempo poder compartir esto, pero estoy compartiéndolo gradualmente con amigos míos cercanos, de SY. Es una verdadera explosión en la vida de cualquier persona en SY, darse cuenta de la verdad de lo que Baba hizo. Pero siento que realmente le debo esto a todos aquéllos que están buscando la verdad.
Este año, como he dicho antes, ha sido de gran avance para mí. Por años había estado visitando el sitio web “LSY” (Abandonar SY – Leaving SY) preguntándome cuál era la verdad. Estar en la negación mental es algo muy poderoso. Lo utilizamos para protegernos. Ahora tengo una vida interior mucho más rica que antes.
El pasado mes de Marzo, en circunstancias sorprendentes, me encontré en la India, en la tumba de Kalki Avatar. Sencilla, sola, poderosa. Este lugar “me borró” con luz blanca – me siento nueva. Fue ahí donde por primera vez llegué a comprender que Muktananda, si bien fue un poderoso Siddha, no fue “un maestro perfecto.”
Ahora comprendo lo que eso significa. Han sido seis meses de reformatear el programa de software de mi mente, que fue borrado, y seguir a mi guía interior para descubrir “quién soy yo” y cuál es mi verdadero destino.”
Estoy agradecida por estar hoy en donde estoy. No ha sido fácil, ni cambiaría por nada este tortuoso camino por el que Dios me está enviando – no hay otro sendero en este universo que valga la pena recorrer.
Se dice que al cumplir una los 50 años de edad, Chiron (el sanador herido, en la astrología), regresa a su posición natal y aprendemos la verdad desde nuestras propias heridas. Y, si sanamos esas heridas, entonces, mediante la compasión, aprendemos desde esas mismas heridas el cómo llegar a otros, para ayudarles a sanar sus heridas.
Esta es mi esperanza para todos nosotros: Que la compasión y el amor sean nuestro sendero. Y que, de la misma manera idealista en que nos acercamos a SY, seamos capaces de encontrar el sendero interior que es el único “camino verdadero,” y que iluminemos ese sendero los unos a los otros.
Bendiciones y muchas gracias a todos ustedes.
Radha
Translation provided by Helena Diaz